Es Posible !!! "El poder del emprendimiento con propósito en México y Latinoamérica"
- Hiram Lezama Ibarra
- 11 jun
- 2 Min. de lectura
Emprender en Latinoamérica, y particularmente en México, ha sido históricamente un acto de resistencia, de valentía, y también de esperanza. A pesar de contextos adversos —burocracia, falta de financiamiento, informalidad y desconfianza— existe una fuerza viva que impulsa a miles de personas a crear, innovar y resolver problemas sociales, ambientales y económicos. La tesis es clara: sí es posible construir modelos exitosos, rentables y con impacto social. Pero para lograrlo, necesitamos más que talento individual: se requiere confianza, apoyo y un ecosistema que lo haga viable y sostenible.

La confianza como cimiento del emprendimiento
En muchos países latinoamericanos, el emprendimiento comienza con desconfianza: desconfianza en las instituciones, en los mercados, y muchas veces, en uno mismo. Superar esa barrera requiere un cambio cultural profundo, en donde el error no se castigue, sino se valore como parte del aprendizaje.
Necesitamos creernos capaces de transformar nuestro entorno. Cuando un emprendedor cree en su idea, pero también en su capacidad para ejecutarla, las probabilidades de éxito aumentan. Pero esta confianza individual florece mejor cuando es parte de un entorno que también cree en él.
Apoyo real: más allá del discurso
Los emprendedores necesitan más que inspiración. Requieren:
Acceso a financiamiento justo y oportuno.
Asesoría técnica, legal y comercial.
Redes de colaboración con otros emprendedores.
Mentores con experiencia que sepan escuchar y guiar.
Hoy, muchos programas de apoyo existen solo en papel o están diseñados para una élite emprendedora. Democratizar el acceso al ecosistema emprendedor es clave para generar diversidad, innovación e inclusión social.
Ecosistemas que impulsan, no que frenan
Un ecosistema emprendedor efectivo no solo impulsa unicornios; también impulsa soluciones locales con impacto social, microemprendimientos sostenibles, proyectos culturales, empresas familiares que quieren escalar, cooperativas tecnológicas.
México y América Latina deben apostar por ecosistemas descentralizados, con participación activa de gobiernos locales, universidades, incubadoras, empresas y ciudadanos. El emprendimiento debe ser un puente, no una torre de marfil.
De México hacia Latinoamérica, y del continente hacia el mundo
México tiene una posición estratégica: culturalmente vinculado a Centro y Sudamérica, y comercialmente conectado a Norteamérica. Esto le permite ser un nodo clave para un emprendimiento latinoamericano con visión global.
Lo que necesitamos ahora es fomentar la colaboración regional:
Plataformas compartidas.
Intercambios entre emprendedores.
Fondos regionales de inversión.
Competencias que trasciendan las fronteras.
Latinoamérica puede exportar más que materias primas o mano de obra: puede exportar soluciones con identidad, innovación con raíz social, y modelos empresariales humanistas.
Conclusión:
Es posible. Hagámoslo !!!
El emprendimiento en Latinoamérica no solo debe ser sinónimo de negocio, sino de cambio, de justicia, de oportunidad.
Y para eso, debemos actuar: confiar más, apoyar más y construir un ecosistema más justo y funcional.
La tesis es simple y poderosa:
Es posible.
Hagámoslo.
Hiram Lezama Ibarra Director de Operaciones y Alianzas Estratégicas de Rocket U a 11 de Junio de 2025
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